La Dra. Adriana Gudiño pone al servicio de la comunidad su conocimiento científico, experiencia clínica y compromiso ético en tratamientos integrales a partir de células madre, para un bienestar físico y mental.
Con la experiencia de más de 17 años, un enfoque personalizado hacia cada paciente y con la filosofía de que cada persona debe asumir un papel activo en el cuidado de su salud, la Dra. Adriana Gudiño, especialista en Medicina Regenerativa, llegó a Cancún ofreciendo un servicio a base de células madre, con tratamientos integrales efectivos y no invasivos, que reducen gradualmente la dependencia a los medicamentos y que, en general, marcan un antes y un después en la salud y en la calidad de vida de quienes acuden con ella.
Es médico cirujano por la Universidad Autónoma de Guadalajara (2006), con maestría en Medicina Antienvejecimiento otorgada por la American Academy of Aesthetic Medicine en Miami, Florida (2011). Igualmente, es autora del libro “Células Madre: No es Ciencia Ficción, es Ciencia en Acción”, en el que aborda las bondades de esta terapia.
Por azares del destino, conoció al biólogo Ricardo Rangel, precursor de la medicina regenerativa en nuestro país, quien la acercó a este campo de la medicina y a partir de ahí supo que ese era el camino que debía seguir, para promover estos tratamientos en toda persona que quiera mejorar su salud y calidad de vida.
Gracias a su profesionalismo, constante actualización y calidad de su atención, muchos pacientes han dejado en el pasado enfermedades que con la medicina convencional no habían podido, para dar paso a una vida mucho más sana, plena y feliz.
Después de 17 años atendiendo en la Ciudad de México, en su Clínica MER (Medicina Estética Regenerativa), se mudó a Cancún, en respuesta a muchos pacientes que acudían con ella desde el sureste y la península de Yucatán. Por supuesto, viaja cada semana para seguir atendiendo a sus pacientes de la capital del país y ciudades cercanas.
“Además del potencial en el campo del turismo médico, el Caribe Mexicano tiene muchas bondades para la calidad de vida, que es mi prioridad particular, por eso decidí quedarme en Cancún”, comentó.
Invita a todas las personas que se consideran saludables, a partir de los 30 años, que es cuando generalmente presentan algún síntoma producto de la edad y el estrés oxidativo, a quienes tienen algún padecimiento, desde la edad pediátrica, personas con problemas de lenguaje, autismo o enfermedad crónico-degenerativa, quienes pueden mejorar mucho con estas terapias, ya que se trata de medicina funcional integrativa que aborda el cuerpo humano en su totalidad, sin limitarse a órganos individuales.
LIMPIEZA DE CÉLULAS
Lo primero que hace cuando llega un paciente es solicitar un checkup para ver el estado general de su organismo, “no para hacer un diagnóstico de una enfermedad, eso no, porque al fin de cuentas, una enfermedad es un conjunto de síntomas; yo me voy a las raíces”, aclara.
Comenta que a partir de los 30 o 40 años, el sistema hormonal de las personas está deficiente, es vulnerable, por el estrés oxidativo celular de muchos años, malos hábitos de alimentación y estilos de vida poco saludables, así como la carga genética que predispone a algunas enfermedades. Entonces, las células madre sirven para dar un mantenimiento; una limpieza de las células que no están funcionando bien.
Sin embargo, insiste, es un tratamiento integral. “Porque somos 80% mente y espíritu; y 20% cuerpo físico. Entonces mi consulta va orientada a modificar todo, primero la mente y el espíritu, y luego el cuerpo físico, con un trabajo rápido de regeneración celular, es como reprogramar tus células, además de un mejor plan nutricional y actividad física”.
En cada caso, se entrega por completo, desde conocer sus antecedentes, factores que lo rodean, hasta el seguimiento del tratamiento. Gracias a ello, tiene muchos casos de éxito de personas que superaron o mejoraron muchísimo su salud, en padecimientos complicados como esclerosis lateral amiotrófica, cáncer, artritis reumatoide y fibromialgia, o más comunes como Parkinson, Alzheimer y diabetes.
TEJIDOS VIVOS, METICULOSAMENTE CUIDADOS
Las células madre que se aplican son de tejido de placenta humana, cultivadas y purificadas en laboratorio para garantizar su eficacia y seguridad, a partir de una embarazada a quien estudian y monitorean todo su periodo de gestación, para garantizar excelentes resultados. “La placenta es un tejido tan virgen, tan nuevo, sin carga genética de ningún tipo, que si seguimos todos los cuidados necesarios, al colocarla en otro organismo no tendrá ninguna reacción adversa. Soy muy estricta en este sentido, voy al laboratorio, veo el conteo celular y hay muchos factores que cuidamos”, explica.
Todo es inyectado a la vena, porque son células vivas; lo recomienda una vez al año en el caso de una persona sana, pero si hay algún padecimiento puede requerir otras sesiones. Si es necesario, primero administra exosomas, para preparar el cuerpo y que la absorción de las células madre sea mucho mejor, “que la inversión en su salud valga la pena al 100%”. Los primeros cambios se pueden ver desde la noche a la mañana, pero la regeneración se lleva aproximadamente un mes; “luego de la aplicación, hacemos nuevos estudios y corroboramos que bajaron los colesteroles, mejoró la función renal o cualquier otra sintomatología que manifieste el cuerpo”, comenta la Dra. Gudiño, quien respalda sus terapias con rigurosos controles médicos y científicos que permiten evaluar los beneficios de manera objetiva.
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